miércoles, 1 de octubre de 2008

Kant y el proyecto de una teoría crítica de la sociedad.


Toda teoría crítica pretende ofrecer una descripción objetiva de la realidad. Esto está vinculado con las teorías surgidas acerca del conocimiento verdadero para acceder a una visión sub specie aeternitates que permite trascender a la pluralidad de las perspectivas. Un caso de esto es el marxismo en la cual se afirma que la perspectiva del proletariado ofrece una visión universal de la sociedad.
[1] Estos argumentan por medio de algunas tesis que las ideas de la clase dominante marca cada época, pero se agrega también que esta se encuentra comprometida en un orden que busca la verdad, por la cual es llamada ideología dominante. Luego que se presenta esta tesis el marxismo marca la diferencia con el alejamiento de la clase dominante, ya que el proletariado se hace aún una clase universal.
La postura de Max Horkheimer en su teoría tradicional y teoría crítica afirma que tampoco el proletariado o el marxismo marcan la diferencia entre la ciencia de la burguesía con el predominio de los motivos económicos, para la explicación de la historia, por lo que dice: la situación del proletariado no constituye una garantía de conocimiento verdadero… “pasa por alto el hecho de que la renuncia al esfuerzo teórico vuelve a esas masas más ciegas y más débiles de lo que deben ser”
[2].
Lo que consiste que sólo el hecho de identificar las clases dominantes sobre el proletariado es una posición incorrecta, ya que no se tiene una garantía de verdad. Por eso, no existe una clase social a cuyo consenso no podamos atener, pues nada garantiza que cualquier grupo pueda volverse limitado y corrupto. Lo que se trata es de reconocer la especificidad de la pretensión de verdad, de tal manera que podamos denominar una vía negativa con anhelo de verdad, reconociendo que no se puede decir nada positivo con respecto a lo absoluto. Por lo tanto, hay que emitir una teoría critica, sin anhelo de determinar ese absoluto.
La teoría critica destaca las injusticias vistas en las experiencias o en las falencias de las sociedades, lo cual representa un gran paso para la ruptura con la metafísica tradicional, pues no pertenece únicamente a una yuxtaposición o condena moral sino que su objetivo es establecer una mediación entre el nivel normativo y el descriptivo para proponer un sentido capaz de guiar las acciones.
Esta es la tesis que se encuentra en la base de la Dialéctica negativa de Adorno, donde el conocimiento tiene otra luz iluminadora del mundo que la arroja a la idea de la redención, aunque sólo sea en un grado mínimo. Dicha noción contiene una descripción de la racionalidad que supera la antinomia entre razón objetiva y razón instrumental.
[1] Cfr. SERRANO, Gómez Enrique. Kant y el proyecto de una teoría crítica de la sociedad.
[2] Ibíd. Pág. 127.

No hay comentarios: