
Tránsito del conocimiento moral ordinario al filosófico.
Empezaremos interrogándonos ¿qué es eso de la voluntad?, porque miraremos que no es fácil deducirla en todos los contextos; es más bien un reto que Kant nos hace acerca de su forma de pensar y mirar la vida, para mí no más que un idealismo. Pues bien, la buena voluntad nos da la anhelada felicidad, pero para ello debemos tener en la cuenta lo siguiente: en todas las acciones, la voluntad tiene que poseer y actuar de acuerdo a un fin universal, cosa que para los occidentales nos es de difícil alcance.
La buena voluntad en sí misma tiene que ser buena, tiene que estar por encima de lo que podemos verificar, (creo que debemos terminar para ello con los datos erróneos de la experiencia, tanto sensibles como inteligibles), es decir dejar de en medio nuestras inclinaciones o postulados, (nuestras verificaciones). Por lo tanto, debe ser ella por si sola un valor y un principio innato o natural.
¿De qué manera puede ser universal esta voluntad? De acuerdo a las acciones, o a sus acciones. Sobre la voluntad, resulta que el destino verdadero de la razón tiene que ser el de producir una voluntad buena, (pero en sí misma) como lo señala nuestro autor, debido a que lo que se busca es el bienestar pleno, o sea la felicidad; esto nos lleva a conceder que el hombre, en su afán de existir (actuar), tiene inherente a él un deber. Este deber es el que le proporciona un cierto bienestar.
Este deber no es entendido aquí como una obligación sino más como un dictamen para sí mismo del sujeto, es decir del ser racional, pues es el único que puede actuar por deber más no por instinto. Según Kant, el deber no debe ser egoísta, por lo que él lo toma como una máxima moral y no como inclinaciones del sujeto que actuar. Precisamente en ello estriba el valor del carácter moral, del carácter que, sin comparación, es el supremo: en hacer el bien, no por inclinación, sino por deber. Asegurar la felicidad propia es un deber,[1] que en definitiva se manifiesta a través de una conducta o valor moral.
[1] KANT, Immanuel. Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Edición bilingüe. Traducción de José Mardomingo. Editorial Ariel. Barcelona, España. 1996.
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